En pleno corazón de la comuna de El Monte, en la Región Metropolitana, se ubica este conjunto de casas que alberga entre sus muros parte importante de la historia nacional, pues fue habitada por los hermanos José Miguel y Javiera Carrera, próceres de la Independencia.
Se trata de un conjunto edificado a mediados del siglo XVIII y compuesto de tres elementos: la casa principal, la de trabajadores, y la bodega. La casa principal responde al modelo de hacienda colonial, con corredores exteriores y un patio interior. En términos formales, se trata de una casona construida sobre cimientos de piedra; sus muros de adobe sobresalen por el grueso de su espesor. Posee una armadura de techumbre de madera cubierta de tejas de arcilla.
Un antiguo mito sostiene que existiría un túnel que unía al convento de los franciscanos, ubicado en la Plaza de El Monte, con la casa de los hermanos Carrera en el fundo San Miguel. De existir, tendría cerca de un kilómetro de largo, y cuenta la leyenda que por él transitaba José Miguel luego del desastre de Rancagua, además de otros rebeldes refugiados en la casona por doña Javiera, en los que incluso se contaría a Manuel Rodríguez. De ahí entonces, el valor histórico del conjunto; de hecho, en la actualidad se conserva la bandera tricolor que habría sido cosida por Javiera como símbolo de la resistencia y la Patria Vieja.
Debido a su ubicación estratégica en el Valle Central, las Casas del Fundo San Miguel son hoy parte de la Viña Doña Javiera, bautizada en honor a la historia de la única mujer del clan Carrera. En ella viven actualmente los dueños de la viña, y se utiliza además como parte de un circuito turístico. Es por ello que después de los terremotos de los años 1985 y 2010, se establecieron planes de identificación del daño que concluyeron un porcentaje menor de perjuicio.
Dadas sus características arquitectónicas y, sobre todo, el valor histórico que sus muros atestiguan, es que las Casas del Fundo San Miguel fueron declaradas Monumento Histórico en enero de 1974.